INDICE
INTRODUCCION
OBJETIVO
1.
EPIDEMIOLOGIA
DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES
1.1 DEFINICION DE I.NOSOCOMIALES
1.2 SITIOS DE INFECCIONES NOSOCOMIALES
1.2.1 INFECCIONES
URINARIAS
1.2.2 INFECCION
DEL SITIO DE UNA INTERVENCION QUIRURGICA
1.2.3 NEUMONIA
NOSOCOMIAL
1.2.4 BACTERIEMIA
NOSOCOMIAL
1.2.5 OTRAS
INFECCIONES NOSOCOMIALES
1.3 MICROORGANISMOS
1.3.1 BACTERIAS
1.3.2 VIRUS
1.3.3 PARASITOS
Y HONGOS
1.4 RESERVORIOS Y TRANSMISION
2.
VIGILANCIA
DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES
2.1 OBJETIVOS PARA UNA BUENA VIGILANCIA
2.2 ESTRATEGIAS
2.2.1 PUESTA
PRACTICA EN EL HOSPITAL
2.3 METODOS
2.3.1 ESTUDIO
DE PREVALENCIA
2.3.2 ESTUDIO
DE INCIDENCIA
2.3.3 CALCULO
DE TASAS
2.3.4 ACOPIO
Y ANALISIS DE DATOS
2.3.4.1fuentes
2.3.4.2analisis
2.3.5 PREVENCION
Y EVALUACION
ANEXOS
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
Una infección nosocomial
puede definirse de la manera siguiente:
Una infección contraída en
el hospital por un paciente internado por una razón distinta de esa infección.
Una infección que se presenta en un paciente internado en un hospital o en otro
establecimiento de atención de salud en quien la infección no se había manifestado
ni estaba en período de incubación en el momento del internado. Comprende las infecciones
contraídas en el hospital, pero manifiestas después del alta hospitalaria y
también las infecciones ocupacionales del personal del establecimiento.
La atención de los pacientes
se dispensa en establecimientos que comprenden desde dispensarios muy bien
equipados y hospitales universitarios con tecnología avanzada hasta unidades de
atención primaria únicamente con servicios básicos. A pesar del progreso alcanzado
en la atención hospitalaria y de salud pública, siguen manifestándose
infecciones en pacientes hospitalizados, que también pueden afectar al personal
de los hospitales. Muchos factores propician la infección en los pacientes
hospitalizados: la reducción de la inmunidad de los pacientes; la mayor
variedad de procedimientos médicos y técnicas invasivas, que crean posibles
vías de infección; y la transmisión de bacterias farmacorresistentes en
poblaciones hacinadas en los hospitales, donde las prácticas deficientes de
control de infecciones pueden facilitar la transmisión.
Frecuencia de infección
Las infecciones nosocomiales
ocurren en todo el mundo y afectan a los países desarrollados y a los carentes de
recursos. Las infecciones contraídas en los establecimientos de atención de salud
están entre las principales causas de defunción y de aumento de la morbilidad
en pacientes hospitalizados. Son una pesada carga para el paciente y para el
sistema de salud pública. Una encuesta de prevalencia realizada bajo los auspicios
de la OMS en 55 hospitales de 14 países representativos de 4 Regiones de la OMS
(a saber, Europa, el Mediterráneo Oriental, el Asia Sudoriental y el Pacífico
Occidental) mostró que un promedio de 8,7% de los pacientes hospitalizados
presentaba infecciones nosocomiales. En un momento dado, más de 1,4 millones de
personas alrededor del mundo sufren complicaciones por infecciones contraídas
en el hospital.
La máxima frecuencia de
infecciones nosocomiales fue notificada por hospitales de las Regiones del
Mediterráneo Oriental y de Asia Sudoriental (11,8 y 10,0%, respectivamente),
con una prevalencia de 7,7 y de 9,0%, respectivamente, en las Regiones de
Europa y del Pacífico Occidental.
Las infecciones nosocomiales
más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, las vías urinarias y las vías
respiratorias inferiores
OBJETIVO
·
Señalar los posibles puntos en que se puede
mejorar la atención de los pacientes y la necesidad de efectuar otros estudios
epidemiológicos (por ejemplo, análisis de los factores de riesgo).
1.
EPIDEMIOLOGIA
DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES
Los estudios realizados
alrededor del mundo documentan que las infecciones nosocomiales son una importante
causa de morbilidad y mortalidad. Una elevada frecuencia de infecciones
nosocomiales comprueba la calidad deficiente de la prestación de servicios de
atención de salud y ocasiona costos evitables. Muchos factores contribuyen a la
frecuencia de las infecciones nosocomiales: los pacientes hospitalizados sufren
a menudo compromiso inmunitario, se someten a exámenes y tratamientos invasivos
y las prácticas de atención de los pacientes y el medio del hospital pueden facilitar
la transmisión de microorganismos entre ellos. La presión selectiva ejercida
por el uso intenso de antibióticos promueve la resistencia a esos productos. Si
bien se ha logrado progresar en la prevención de las infecciones nosocomiales,
las modificaciones del ejercicio de la medicina presentan constantemente nuevas
oportunidades de manifestación de infecciones.
1.1 DEFINICION DE I.NOSOCOMIALES
Las infecciones nosocomiales
son infecciones contraídas durante una estadía en el hospital que no se habían
manifestado ni estaban en período de incubación en el momento del internado del
paciente. Las infecciones que ocurren más de 48 horas después del internado
suelen considerarse nosocomiales. Se han establecido definiciones para
identificar las infecciones nosocomiales en determinados sitios del organismo
(por ejemplo, infecciones urinarias, pulmonares, etc.). Se derivan de las
definiciones publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos de América o durante conferencias
internacionales y se usan para vigilancia de las infecciones nosocomiales. Se
basan en criterios clínicos y biológicos y comprenden unos 50 sitios de infección
potenciales.
Las infecciones nosocomiales
también pueden considerarse endémicas o epidémicas. Las infecciones endémicas son
las más comunes. Las infecciones epidémicas ocurren durante brotes, definidos
como un aumento excepcional superior a la tasa básica de incidencia de una
infección o un microorganismo infeccioso específico.
Los cambios en la prestación
de servicios de salud han redundado en menores períodos de hospitalización y ampliado
la atención ambulatoria. Se ha señalado que los términos infecciones
nosocomiales deben comprender infecciones que ocurren en pacientes tratados en
cualquier establecimiento de atención de salud. Las infecciones contraídas por
el personal o por visitantes al hospital o a otro establecimiento de esa índole
también pueden considerarse infecciones nosocomiales.
Las definiciones simplificadas
pueden ser útiles para algunos establecimientos sin acceso a técnicas de
diagnóstico completas.
1.2 SITIOS DE INFECCIONES NOSOCOMIALES
En la figura 1 se presenta
un ejemplo de la distribución de los sitios de las infecciones nosocomiales.
1.2.1 INFECCIONES
URINARIAS
Esta es la infección nosocomial
más común; 80% de las infecciones son ocasionadas por el uso de una sonda
vesical permanente. Las infecciones urinarias causan menos morbilidad que otras
infecciones nosocomiales pero, a veces, pueden ocasionar bacteriemia y la
muerte. Las infecciones suelen definirse según criterios microbiológicos: cultivo
cuantitativo de orina con resultados positivos (≥ 105 microorganismos/ml, con aislamiento
de 2 especies microbianas, como máximo).
Las bacterias causantes provienen
de la flora intestinal, ya sea normal (Escherichia coli) o contraída en el
hospital (Klebsiella polifarmacorresistente).
1.2.2 INFECCION
DEL SITIO DE UNA INTERVENCION QUIRURGICA
Las infecciones del sitio de
una intervención quirúrgica también son frecuentes: la incidencia varía de 0,5
a 15% según el tipo de operación y el estado subyacente del paciente.
Representan un problema grave que limita los beneficios potenciales de las
intervenciones quirúrgicas. Tienen un enorme efecto en los costos de
hospitalización y en la duración de la estadía postoperatoria (entre 3 y 20
días más).
La definición es principalmente
clínica: secreción purulenta alrededor de la herida o del sitio de inserción del
tubo de drenaje o celulitis difusa de la herida.
Las infecciones de la herida
quirúrgica (por encima o por debajo de la aponeurosis) y las infecciones
profundas de los órganos o de las cavidades orgánicas se identifican por
separado. La infección suele contraerse durante la propia operación, ya sea en
forma exógena (es decir, del aire, el equipo médico, los cirujanos y otro personal
médico), endógena (de la flora de la piel o del sitio de la operación) o, en
raras ocasiones, de la sangre empleada en la intervención quirúrgica. Los
microorganismos infecciosos son variables, según el tipo y el sitio de la
intervención quirúrgica, y los antimicrobianos que recibe el paciente.
El principal factor de
riesgo es el grado de contaminación durante el procedimiento (limpio, limpio-contaminado,
contaminado, sucio) que, en gran medida, depende de la duración de la operación
y del estado general del paciente. Otros factores comprenden la calidad de la técnica
quirúrgica, la presencia de cuerpos extraños, incluso tubos de drenaje, la virulencia
de los microorganismos, la infección concomitante en otros sitios, la práctica
de afeitar al paciente antes de la operación y la experiencia del equipo
quirúrgico.
1.2.3 NEUMONIA
NOSOCOMIAL
La neumonía nosocomial
ocurre en diferentes grupos de pacientes. Los más importantes son los pacientes
conectados a respiradores en unidades de cuidados intensivos, donde la tasa de
incidencia de neumonía es de 3% por día. Hay una alta tasa de letalidad por
neumonía relacionada con el uso de respirador, aunque es difícil determinar el
riesgo atribuible porque la comorbilidad de los pacientes es tan elevada. Los
microorganismos colonizan el estómago, las vías respiratorias superiores y los
bronquios y causan infección de los pulmones (neumonía): con frecuencia son
endógenos (aparato digestivo o nariz y garganta), pero pueden ser exógenos, a
menudo provenientes del equipo respiratorio contaminado.
La definición de neumonía
puede basarse en criterios clínicos y radiológicos disponibles pero
inespecíficos: opacidades radiológicas recientes y progresivas del parénquima
pulmonar, esputo purulento y fiebre de iniciación reciente. El diagnóstico es
más específico cuando se obtienen muestras microbiológicas cuantitativas empleando
métodos de broncoscopia especializada con protección. Los factores de riesgo de
infección conocidos comprenden el tipo y la duración de la respiración mecánica,
la calidad de la atención respiratoria, la gravedad del estado del paciente
(insuficiencia orgánica) y el uso previo de antibióticos.
Además de la neumonía
relacionada con el uso de respirador, los pacientes con convulsiones o disminución
del conocimiento están expuestos al riesgo de infección nosocomial, aun sin
intubación. La bronquiolitis vírica (causada por el virus sincitial
respiratorio (VSR)) es común en los pabellones pediátricos y la influenza y puede
ocurrir influenza y neumonía bacteriana secundaria en instituciones geriátricas.
En pacientes con un alto grado de inmunodeficiencia, puede ocurrir neumonía por
Legionella spp. y por Aspergillus. En los países con una elevada prevalencia de
tuberculosis, particularmente causada por cepas polifarmacorresistentes, la transmisión
en los establecimientos de atención de salud puede ser un problema importante.
1.2.4 BACTERIEMIA
NOSOCOMIAL
Estas infecciones representan
una pequeña proporción de las infecciones nosocomiales (aproximadamente 5%), pero
la tasa de letalidad es alta y asciende a más de 50% en el caso de algunos
microorganismos. La incidencia aumenta, particularmente en el caso de ciertos microorganismos
como Staphylococcus negativo a la coagulasa y Candida spp. polifarmacorresistentes.
La infección puede ocurrir en el sitio de entrada a la piel del dispositivo
intravascular o en la vía subcutánea del catéter (infección del túnel). Los
microorganismos colonizadores del catéter dentro del vaso pueden producir bacteriemia
sin infección externa visible. La flora cutánea permanente o transitoria es el
foco de infección.
Los principales factores de
riesgo son la duración de la cateterización, el grado de asepsia en el momento de
la inserción y el cuidado continuo del catéter.
1.2.5 OTRAS
INFECCIONES NOSOCOMIALES
A continuación se enumeran
las cuatro infecciones más frecuentes e importantes, pero hay muchos otros
sitios de infección potenciales. Por ejemplo:
• Las infecciones de la piel
y los tejidos blandos: las lesiones abiertas (úlceras comunes o por decúbito, quemaduras)
fomentan la colonización bacteriana y puede ocasionar infección sistémica.
• La gastroenteritis es la
infección nosocomial más común en los niños, cuyo principal agente patógeno es un
rotavirus: Clostridium difficile es la principal causa de gastroenteritis nosocomial
en adultos en los países desarrollados.
• La sinusitis y otras infecciones
entéricas, las infecciones de los ojos y de la conjuntiva.
• La endometritis y otras
infecciones de los órganos genitales después del parto.
1.3 MICROORGANISMOS
Muchos agentes patógenos
diferentes pueden causar infecciones nosocomiales. Los microorganismos
infecciosos varían en diferentes poblaciones de pacientes, diversos
establecimientos de atención de salud, distintas instalaciones y diferentes
países.
1.3.1 BACTERIAS
A continuación se citan los
agentes patógenos nosocomiales más comunes. Es preciso hacer una distinción entre
los siguientes:
• Bacterias comensales
encontradas en la flora normal de las personas sanas. Tienen una importante función
protectora al prevenir la colonización por microorganismos patógenos. Algunas
bacterias comensales pueden causar infección si el huésped natural está
comprometido. Por ejemplo, los estafilococos cutáneos negativos a la coagulasa
pueden causar infección del catéter intravascular y Escherichia coli intestinal
es la causa más común de infección urinaria.
• Las bacterias patógenas
tienen mayor virulencia y causan infecciones (esporádicas o endémicas),
independientemente del estado del huésped. Por ejemplo:
— Los bastoncillos
grampositivos anaerobios (por ejemplo, Clostridium) causan gangrena.
— Las bacterias grampositivas:
Staphylococcus aureus (bacterias cutáneas que colonizan la piel y la nariz del
personal de los hospitales y de los pacientes) causan una gran variedad de
infecciones pulmonares, óseas, cardíacas y sanguíneas y a menudo son
resistentes a los antibióticos; los estreptococos beta-hemolíticos también son
importantes.
— Las bacterias gramnegativas:
Las bacterias de la familia Enterobacteriaceae (por ejemplo, Escherichia coli,
Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Serratia marcescens) pueden colonizar varios
sitios cuando las defensas del huésped están comprometidas (inserción de un
catéter o de una cánula, sonda vesical) y
causar infecciones graves (del sitio de una intervención quirúrgica, los
pulmones, el peritoneo, bacteriemia). Pueden ser sumamente resistentes.
— Los microorganismos
gramnegativos como Pseudomonas spp. a menudo se aíslan en agua y en zonas húmedas.
Pueden colonizar el aparato digestivo de los pacientes hospitalizados.
— Otras bacterias determinadas
representan un riesgo singular en los hospitales. Por ejemplo, la especie Legionella
puede causar neumonía (esporádica o endémica) por medio de inhalación de
aerosoles que contienen agua contaminada (en sistemas de acondicionamiento de
aire, duchas y aerosoles terapéuticos).
1.3.2 VIRUS
Existe la posibilidad de
transmisión nosocomial de muchos virus, incluso los virus de la hepatitis B y C
(transfusiones, diálisis, inyecciones, endoscopia), el virus sincitial respiratorio
(VSR), los rotavirus y los enterovirus (transmitidos por contacto de la mano
con la boca y por vía fecal-oral). También pueden transmitirse otros virus, como
el citomegalovirus, el VIH y los virus de Ebola, la influenza, el herpes simple
y la varicela zóster.
1.3.3 PARASITOS
Y HONGOS
Algunos parásitos (como
Giardia lamblia) se transmiten con facilidad entre adultos o niños. Muchos
hongos y otros parásitos son microorganismos oportunistas y causan infecciones
durante el tratamiento prolongado con antibióticos e inmunodeficiencia grave
(Candida albicans, Aspergillus spp., Cryptococcus neoformans, Cryptosporidium).
Estos son una causa
importante de infecciones sistémicas en pacientes con inmunodeficiencia. La contaminación
ambiental por microorganismos transportados por el aire, como Aspergillus spp.,
originados en el polvo y el suelo, también son motivo de preocupación, especialmente
durante la construcción de hospitales. Sarcoptes scabiei (arador de la sarna)
es un ectoparásito que ha causado brotes en repetidas ocasiones en los establecimientos
de atención de salud.
1.4 RESERVORIOS Y TRANSMISION
Las bacterias causantes de
las infecciones nosocomiales pueden transmitirse de varias formas:
1. La flora permanente o
transitoria del paciente (infección endógena). Las bacterias presentes en la
flora normal causan infección por transmisión a sitios fuera del hábitat
natural (vías urinarias), daño a los tejidos (heridas) o un tratamiento
inapropiado con antibióticos que permite la proliferación excesiva (C.
difficile, levaduras). Por ejemplo, las bacterias gramnegativas en el aparato
digestivo causan a menudo infección en el sitio de una herida después de una
intervención quirúrgica abdominal o urinaria en pacientes sometidos a
cateterización.
2. La flora de otro paciente
o miembro del personal (infección cruzada exógena). Las bacterias se transmiten
de un paciente a otro: (a) por medio de contacto directo entre pacientes
(manos, gotitas de saliva o de otros humores corporales), (b) en el aire
(gotitas o polvo contaminado con bacterias de un paciente), (c) por medio de
personal contaminado durante la atención del paciente (manos, ropa, nariz y
garganta) que se convierte en portador transitorio o permanente y que
ulteriormente transmite bacterias a otros pacientes mediante contacto directo
durante la atención, (d) por medio de objetos contaminados por el paciente (incluso
el equipo), las manos del personal, los visitantes u otros focos de infección
ambientales (por ejemplo, agua, otros líquidos, alimentos).
3. La flora del ambiente de
atención de salud (infecciones ambientales exógenas endémicas o epidémicas).
Varios tipos de microorganismos sobreviven bien en el ambiente del hospital:
— En agua, zonas húmedas y,
a veces, en productos estériles o desinfectantes (Pseudomonas, Acinetobacter, Mycobacterium).
— En artículos como ropa de
cama, equipo y suministros empleados en la atención; la limpieza apropiada
normalmente limita el riesgo de supervivencia de las bacterias, puesto que la
mayoría de los microorganismos necesitan condiciones húmedas o calientes y
nutrientes para sobrevivir.
— En los alimentos.
— En el polvo fino y los
núcleos de gotitas generados al toser o hablar (las bacterias de menos de 10 μm
de diámetro permanecen en el aire por varias horas y pueden inhalarse de la
misma manera que el polvo fino).
Las personas están en el
centro del fenómeno:
• como principal reservorio
y foco de microorganismos,
• como principal transmisor,
sobre todo durante el tratamiento,
• como receptor de
microorganismos, con lo que se convierten en un nuevo reservorio.
2
VIGILANCIA
DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES
La tasa de incidencia de
infecciones nosocomiales en los pacientes de un establecimiento determinado es un
indicador de la calidad y seguridad de la atención.
La institución de un proceso
de vigilancia para supervisar esa tasa es un primer paso indispensable para puntualizar
los problemas y prioridades locales y evaluar la eficacia de la actividad de
control de infecciones. La vigilancia, en sí, es un proceso eficaz para reducir
la frecuencia de infecciones nosocomiales.
2.1 OBJETIVOS PARA UNA BUENA VIGILANCIA
La meta fundamental es la
reducción del número de infecciones nosocomiales y su costo.
Los objetivos específicos de
un programa de vigilancia son los siguientes:
• Hacer que el personal
clínico y otros trabajadores del hospital (incluso los administradores) estén
más conscientes de las infecciones nosocomiales y la resistencia a los antimicrobianos,
de manera que aprecien la necesidad de acción preventiva.
• Vigilar las tendencias:
incidencia y distribución de las infecciones nosocomiales, prevalencia y, donde
sea posible, incidencia ajustada según el riesgo con el fin de hacer
comparaciones intra e interhospitalarias.
2.2 ESTRATEGIAS
Un sistema de vigilancia
debe ceñirse a los siguientes criterios:
• Simplicidad para reducir
al mínimo los costos y la carga de trabajo y promover la participación de las unidades
con retroalimentación oportuna.
• Flexibilidad para permitir
la introducción de cambios cuando proceda.
• Aceptabilidad (por ejemplo,
evaluada por el nivel de participación, la calidad de los datos).
• Coherencia (uso de
definiciones y métodos normalizados).
• Sensibilidad, aunque un
método de búsqueda de casos con poca sensibilidad puede ser válido para seguir
las tendencias, siempre y cuando la sensibilidad se mantenga constante con el
transcurso del tiempo y los casos identificados sean representativos.
• Especificidad, que exige
definiciones precisas e investigadores adiestrados. Varía mucho la medida en la
cual se observan estas características en las diferentes instituciones.
2.2.1 PUESTA
PRACTICA EN EL HOSPITAL
Una importante función del hospital
consiste en asegurarse de tener un sistema de vigilancia válido. Debe haber
objetivos específicos (para unidades, servicios, pacientes, zonas de atención
específicas) y períodos de vigilancia definidos para todos los asociados: por
ejemplo, el personal de las unidades clínicas y del laboratorio, el médico o el
personal de enfermería especializado en control de infecciones, el director y
el administrador.
En un principio, en la discusión
convendría determinar las necesidades de información y las posibilidades que
tienen los indicadores escogidos para apoyar la ejecución de medidas
correctivas (en qué o en quién influirán los datos). Esa discusión incluirá lo
siguiente:
• Los pacientes y las
unidades objeto de vigilancia (población definida).
• El tipo de infecciones y
la información pertinente que debe acopiarse en cada caso (con definiciones
precisas).
• La frecuencia y duración
de la vigilancia.
• Los métodos de acopio de
datos.
2.3 METODOS
El simple recuento de pacientes
infectados (numerador) ofrece solamente información limitada que puede ser
difícil de interpretar. Se necesitan más datos para describir a cabalidad el
problema a partir de la población, cuantificar su importancia, interpretar las
variaciones y permitir comparaciones. El análisis de lo factores de riesgo
exige información sobre los pacientes infectados y otros. Entonces, se podrán
calcular las tasas de incidencia de infección y las ajustadas en función del
riesgo.
La “vigilancia pasiva” con
notificación por parte de personas no pertenecientes al grupo de control de
infecciones (vigilancia en el laboratorio, información extraída de la historia
clínica después del alta hospitalaria, notificación de infecciones por los
médicos o miembros del personal de enfermería) tiene poca sensibilidad.
2.3.1 ESTUDIO
DE PREVALENCIA
Las infecciones de todos los
pacientes hospitalizados en un momento dado se identifican (prevalencia
puntual) en todo el hospital o en determinadas unidades. Típicamente, un equipo
de investigadores capacitados visita a cada paciente del hospital en un solo
día, revisa la historia clínica y atención de enfermería, entrevista al
personal clínico para identificar a los pacientes infectados y recoge datos
sobre los factores de riesgo. El criterio de valoración es una tasa de
prevalencia.
En las tasas de prevalencia
influyen la duración de la estadía del paciente (la estadía de los pacientes
infectados es más prolongada y lleva a estimar en exceso el riesgo que tiene un
paciente de contraer una infección) y la duración de las infecciones.
2.3.2 ESTUDIO
DE INCIDENCIA
La identificación prospectiva
de nuevas infecciones (vigilancia de la incidencia) exige observación de todos los
pacientes dentro de una población definida en un período determinado. Se sigue
a los pacientes durante su estadía y, a veces, después del alta hospitalaria
(por ejemplo, con posterioridad a esta última se realiza vigilancia de las
infecciones del sitio de la intervención quirúrgica). Esta clase de vigilancia
proporciona las tasas de ataque, la razón de infecciones y las tasas de incidencia.
Las tendencias recientes de
la “vigilancia focalizada” son las siguientes:
• Vigilancia orientada hacia
un sitio. Las prioridades serán vigilar las infecciones frecuentes con gran
efecto en la mortalidad, la morbilidad, los costos (por ejemplo, más días de
hospitalización, mayores costos de tratamiento) y que pueden ser evitables.
Los campos prioritarios
comunes son los siguientes:
— Neumonía relacionada con el
uso de respirador (alta tasa de mortalidad).
— Infecciones del sitio de
una intervención quirúrgica (primero por causa de un mayor número de días de
hospitalización y un mayor costo).
— Infecciones sanguíneas primarias
(catéter intravascular) (alta tasa de mortalidad).
— Bacterias polifarmacorresistentes
(por ejemplo, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, Klebsiella spp.,
con beta-lactamasa de amplio espectro).
Esta vigilancia se realiza
principalmente en el laboratorio. Este último envía a las unidades informes
regulares sobre la distribución de los microorganismos aislados y perfiles de sensibilidad
a los antibióticos de los agentes patógenos más frecuentes.
• Vigilancia orientada hacia
las unidades. Las actividades pueden enfocarse en las unidades de alto riesgo, como
las de cuidados intensivos, intervención quirúrgica, oncología/hematología,
quemaduras, neonatología, etc.
2.3.3 CALCULO
DE TASAS
Las tasas se obtienen
dividiendo un numerador (número de infecciones o de pacientes infectados
observados) por un denominador (población expuesta a riesgo o número de días de
riesgo-paciente). La frecuencia de infección puede estimarse por los
indicadores de prevalencia e incidencia.
Para efectos de vigilancia
de bacterias polifarmacorresistentes los tres indicadores principales de uso común
son:
• El porcentaje de cepas resistentes
a los antimicrobianos dentro de aislados de una especie, por ejemplo, porcentaje
de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA).
• La tasa de ataque (es
decir, el número de MRSA/100 pacientes internados).
2.3.4 ACOPIO
Y ANALISIS DE DATOS
2.3.4.1
Fuentes
El acopio de datos exige
varias fuentes de información, puesto que ningún método, en sí, es
suficientemente sensible para asegurar la calidad de los datos. La asignación de
personal adiestrado en extracción de datos (la capacitación debe ser organizada
por el equipo de control de infecciones o el supervisor) que realice vigilancia
activa intensificará la sensibilidad para diagnosticar infecciones. Entre las
técnicas de búsqueda de casos cabe incluir las siguientes:
• Actividad en los
pabellones. Búsqueda de claves como:
— El uso de dispositivos o
procedimientos que constituyen un riesgo de infección conocido (sondas vesicales
permanentes o catéteres intravasculares, respiración mecánica o procedimientos
quirúrgicos).
— Registro de fiebre o de otros
signos clínicos compatibles con infección.
— Tratamiento con
antimicrobianos.
— Análisis de laboratorio.
— Examen de la historia
clínica y de enfermería.
• Informes de laboratorio.
Aislamiento de microorganismos potencialmente relacionados con infección, patrones
de resistencia a los antimicrobianos y análisis serológicos. Los informes del
laboratorio de microbiología tienen poca sensibilidad porque no se obtienen cultivos
de todas las infecciones, los especímenes pueden ser inapropiados, es posible
que no se pueda aislar ciertos agentes patógenos infecciosos (por ejemplo, los
virus) y el aislamiento de un agente potencialmente patógeno puede representar colonización
en lugar de infección (por ejemplo, en el caso de infecciones del sitio de una
intervención quirúrgica, neumonía).
2.3.4.2
Analisis
Se debe recopilar información
solamente si se pretende emplearla en el análisis.
El análisis incluye la descripción
de la población, la frecuencia de la exposición al riesgo y las infecciones, el
cálculo de las tasas, comparaciones de grupos de pacientes (con pruebas de
significación), comparaciones de tasas con el transcurso del tiempo, etc.
Para que el tamaño de la
muestra sea adecuado y para vigilar las tendencias a largo plazo, se recomienda
vigilancia continua o a intervalos periódicos suficientemente largos.
La inclusión de los factores
de riesgo permite la estratificación de los pacientes por riesgo y las tasas
ajustadas según el riesgo para poder hacer comparaciones precisas. Una sola
tasa de incidencia de infección nosocomial general no sirve para hacer comparaciones
entre hospitales. Las tasas ajustadas permitirán que la unidad o el hospital
comparen su desempeño con el tiempo con sus propios resultados anteriores y con
otras unidades y hospitales similares o con poblaciones de pacientes con un
nivel similar de riesgo.
Debe considerarse la posibilidad
de sistematizar el acopio y análisis de datos en computador, si es posible, puesto
que ello asegurará una rápida retroalimentación y mejor calidad de los datos.
Hoy en día se dispone de computadores y de diferentes tipos de programas informáticos
de precio módico para facilitar el análisis al epidemiólogo. Se debe usar la
información ya acopiada y accesible por medio del sistema de computadores del
hospital, siempre que sea posible. Hay que fomentar la integración de la
vigilancia de las infecciones nosocomiales al manejo de los datos ordinarios mediante
la definición de requisitos específicos para los sistemas de información de los
hospitales.
2.3.5 PREVENCION
Y EVALUACION
Un sistema de vigilancia eficaz debe identificar las
prioridades para intervenciones preventivas y mejora de la calidad de la
atención.
Al proporcionar indicadores de calidad, la vigilancia permite
que el programa de control de infecciones, en colaboración con las unidades de
cuidado de los pacientes, mejore la práctica y defina y vigile las nuevas políticas
de prevención. El propósito fundamental de la vigilancia es reducir el número
de infecciones nosocomiales y los costos. La vigilancia es un proceso continuo
que exige evaluación del efecto de las intervenciones para validar la estrategia
de prevención y determinar si se logran los objetivos iniciales.
ANEXOS
CONCLUSION
Los establecimientos de atención
de salud son un entorno donde se congregan las personas infectadas y las expuestas
a un mayor riesgo de infección. Los pacientes hospitalizados que tienen
infección o son portadores de microorganismos patógenos son focos potenciales de
infección para los demás pacientes y para el personal de salud. Los pacientes
que se infectan en el hospital constituyen otro foco de infección. Las
condiciones de hacinamiento dentro del hospital, el traslado frecuente de
pacientes de una unidad a otra y la concentración de pacientes muy vulnerables
a infección en un pabellón (por ejemplo, de recién nacidos, pacientes quemados,
cuidados intensivos) contribuyen a la manifestación de infecciones nosocomiales.
BIBLIOGRAFIA
Organización mundial de la salud (2003). Prevención de
las infecciones nosocomiales. Capitulo 1, epidemiologia de infecciones
nosocomiales, Guía practica,(pp 4-8).
Organización mundial de la salud (2003). Prevención de
las infecciones nosocomiales. Capitulo 3, vigilancia de las infecciones
nosocomiales, (pp 16-25).
Gaynes RP. Vigilancia de las infecciones nosocomiales.
en: Hospital de infecciones, 4ta edicion. Bennet y Brachman, eds. Philadelphia,
Lippincott-Raven, 1998:65–84.